Lo conocí un día de Enero con la luna en mi nariz.

Pensando en una conocida canción que cantaba antes enfervorizada, veo que ya no puedo decir : "que el verano traidor me lo devuelva". El verano está dando sus últimas luces, pero esto no se termina acá.
No me preguntes por qué, pero a veces hay cosas de las que uno está seguro sin tener una razón aparente para estarlo, y yo estoy segura de vos.
Estoy segura de vos con un palpito amable y sincero, y no tengo miedo a equivocarme.
Y puede que esté loca, que esté exagerando, que tenga miles de cosas que hacer antes que escribir esto en este momento y que pensar en vos tan seguido, pero una de las cosas que aprendí en este ultimo tiempo es a hacer lo que tengo ganas de hacer en el momento que las ganas me lo dicten.
Obvio que es caprichoso, ¿Quién lo niega?, podría decir que se mis defectos, o por lo menos de los encontrados hasta ahora, y puedo hacer una lista de todos ellos. Pero se que en este momento el ser caprichosa me puede ayudar mucho en esta causa.
La causa es importante, al menos para mi lo es.
Vos sos importante, y nunca pensé que ibas a serlo; o no por lo menos en esa magnitud.


Gracias por todo, siento de verdad, que te quiero.
(y eso no es capricho)


María Gabriela

5 de Febrero de 2011