martes, 21 de septiembre de 2010

"La soledad de los que no han dejado de estar acompañados"

Hay algo parecido a la paz luego de una batalla
Y un miedo que parece real en la pantalla
La vida y sus movimientos misteriosos
La tierra que gira que gira que gira para que haya reposo
La soledad de los que no han dejado de estar acompañados


Pero cae el telón
Y caigo en la cuenta
Nada es
Lo que aparenta

viernes, 17 de septiembre de 2010

«Se está aquí más solo que en la calle, tan solo como en el desierto»,



Lo perdí todo.
Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,
respondí con una bofetada de ternura,
porque yo sé
que sólo los dulces heredarán la tierra.

El Ojo de la Aguja - Mía Gallegos

Resulta raro, pensar que realmente quedan pocas personas no egoistas en este lugar.
Siempre vuelvo a la misma pregunta ¿Qué está pasando?
Se supone que debería intentar un poco de empatía, pero soy humana y hay cosas que me exceden.
No te digo que todos nos compadezcamos de la vida del otro, pero tampoco la pavada, no jodamos. Gente que un dia te dice que si y al otro dia te dice que no? Dónde está el valor de la palabra? dónde perdió la palabra el valor de tésera, (como en algún lugar lei). Resulta ser que ahora la palabra es un billete sucio de intercambio, y nada mas?. Yo no tengo la respuesta para eso.
Llego a este punto y pienso en lo que realmente me motiva a escribir y me pregunto si no estoy exagerando. Quizas puede que exagere un poco. No pretendo demostrar ninguna ley. Solo digo y repito que para mi la amistad debe ser una cosa muy extraña, se podría decir que hasta de hermandad. Pero buena hermandad, no esas hermanas con las que te tiras de los pelos (no quiere decir que sea precisamente la mia). Pero vuelvo, quizas solo es cuestión de singularidades y diferencias. Me consuelo con eso. Debe ser digo, que cada uno es como es y punto. Pero a veces no es el "y punto" lo acentuado en la oración. A veces lo puntuado es que cada uno es como es y yo agregaría: " y a veces eso duele".


María Gabriela

martes, 14 de septiembre de 2010


Francamente una mujer que se atreve a escribir a un hombre esas cosas...



...Ése era el método de ella: comenzar una frase malévola y dejarla a medio terminar, para que los que la escuchan la completen mentalmente, y así piensen mal sin proponérselo...